El compromiso con nuestros mayores pasa por mejorar la atención y cuidados que necesitan

La radiografía de la sociedad española ha ido evolucionando con el paso de los años pero una tendencia que se mantiene es el envejecimiento poblacional que nos ha llevado a ser el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida y a situarnos en el ‘top five’ a nivel mundial.

En la actualidad, el número de personas de 65 y más años en España es de 9.063.493, lo que supone un 19,09 por ciento de toda la población. De ellas, 5.0145.965 son mujeres (56%) y 3.917528 son hombres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

La previsión es que en 2033 el 25,2 por ciento de la población superará los 65 años. En concreto, la esperanza de vida al nacer será de 82,9 años en el caso de los varones y de 87,7 años para las mujeres.

Día Mayores

En el Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra el 1 de octubre, SATSE pone el foco en la necesidad de facilitar a este colectivo social respuestas adecuadas a las necesidades de cuidados que demandan. 

Un colectivo que presenta un elevado índice de enfermedades crónicas y pluripatologías. En concreto, cerca de un 90 por ciento de las personas mayores de 65 años en nuestro país tienen alguna enfermedad crónica, según la Encuesta Europea de Salud en España.

Se trata de una realidad a la que se enfrenta nuestro sistema sanitario y de servicios sociales con distintos recursos materiales y humanos, entre los que destacan las enfermeras.

Déficit

La importancia de sus funciones y el progresivo envejecimiento de la población con pluripatologías y enfermedades crónicas constatan la necesidad de contar con suficientes enfermeras en los centros sanitarios y sociosanitarios. Enfermeras generalistas y especialistas.

No obstante, la realidad actual es que existe un déficit estructural de estas profesionales sanitarias en nuestro país que se agrava en el caso de las residencias de mayores.

Es habitual que en los centros sociosanitarios haya una sola enfermera para atender a entre 100 y 200 personas.

La precariedad de sus condiciones laborales dificulta, además, el desempeño de su trabajo y la atención y cuidados que necesita este colectivo especialmente vulnerable. 

Más enfermeras

Es, por ello, que SATSE viene reclamando un incremento de las plantillas enfermeras para alcanzar unas ratios adecuadas y seguras que garanticen la atención y cuidados que necesitan las personas mayores.

Las enfermeras desempeñan un papel fundamental en la atención y cuidado de las personas mayores, ya que estas profesionales sanitarias cuentan con la cualificación y competencias necesarias para proporcionarles una atención integral y mejorar su calidad de vida.

Funciones

Las enfermeras generalistas y las especialistas en Geriatría desarrollan distintas funciones (asistencial, gestora, docente, investigadora…)  en hospitales, centros de salud, centros sociosanitarios, como las residencias de mayores, domicilios particulares y otros ámbitos de actuación. 

Algunas funciones menos conocidas por la sociedad son, entre otras, la evaluación exhaustiva de la salud de las personas mayores, incluyendo la revisión de sus antecedentes, la medición de signos vitales y el análisis de su capacidad física y cognitiva. Todo ello permite identificar las necesidades individuales de cada persona y desarrollar un plan de cuidados personalizado.

Promoción de la salud

También la promoción de la salud y prevención de enfermedades. A través de la educación y el asesoramiento, pueden informar a los adultos mayores sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable con una alimentación equilibrada, ejercicio regular y revisiones periódicas.

Otro aspecto importante es el apoyo emocional y psicológico al poder proporcionar a las personas mayores orientación y recursos para ayudarles a afrontar las dificultades emocionales y a mantener una buena salud mental.

Dado que en el cuidado de personas mayores hay diferentes profesionales sanitarios implicados, las enfermeras desempeñan también una función importante en la coordinación de los cuidados, asegurando una comunicación efectiva entre los diferentes miembros del equipo y facilitando la continuidad de los tratamientos y servicios.