Una matrona por gestante

Actualmente, la gestión de las matronas se realiza a través de la contabilización del número de partos y cesáreas. La evidencia científica refleja su limitación. Es erróneo gestionar el número del personal en función de ello, porque puede poner en peligro la salud de la madre y el hijo.

Pues en los últimos años las matronas de las unidades de parto ven aumentadas sus cargas de trabajo debido a los cambios socioculturales, el aumento de la edad materna, la aparición de nuevos procedimientos dentro del campo de la obstetricia y el fortalecimiento de una atención al parto más humanizado, lo que repercute en el trabajo de las matronas, --enfermeras con una formación y especialización muy específica--, y en una mayor dedicación a un parto.

 

Dos años de trabajo, una escala y 12 fases metodológicas

Ante esta realidad y la falta de cuantificar la carga laboral de las matronas, Gómez García diseña una escala bajo aquellas intervenciones que más se realizan dentro del paritorio, a través de la clasificación NIC (Clasificación de Intervenciones de Enfermería). 

De tal forma, y a fin de determinar cuántas intervenciones, actividades y horas generan a estas profesionales los diferentes tipos de partos, así como establecer la carga asistencial y de trabajo entre los distintos turnos, surge esta tesis.

La fase metodológica del estudio, que comenzó en el año 2019 y finalizó dos años después, con pandemia incluida, consta de 12 fases metodológicas. 

Tras la recogida de datos, entrevistas y validación, a través de grupos focales a nivel nacional, regional y comité de expertos, se validó en tres hospitales de la Región: el Hospital Virgen de la Arrixaca, el H. Santa Lucía de Cartagena y el Comarcal Noroeste de Caravaca. 

 

Atender carga física y mental matrona

Lorena Gómez defiende la necesidad de gestionar al personal en función de la carga asistencial, pues una sobrecarga en el trabajo afecta no solo físicamente, sino también mentalmente al personal. 

Así como que se atienda las diferentes situaciones con las que se encuentran las matronas a la hora de asistir un parto: Primiparas, partos inducidos, cada vez más generalizados, alternativas naturales al proceso de parto, el innegable aumento de patologías materno-fetales, y el tipo de organización y estructura sanitaria de estas unidades. De hecho, la tesis demuestra que las matronas tienen un exceso en su jornada laboral en la dedicación al proceso de parto.

El estudio refleja que un parto necesita de media 17 horas de atención por parte de la matrona, cuando la jornada de una matrona es de 12 horas.

Se suma la multitarea, pues muchas actividades realizadas por este gremio se ejecutan a la misma vez, se está atendiendo a la mujer, explicando el proceso, o dando apoyo emocional a la pareja lo que repercute en una atención de calidad y excelencia. 

 

Empoderamiento de la mujer gestante 

Primordial mejorar ese cuidado humanizado durante todo el proceso de parto, el empoderamiento de la mujer gestante sobre su propio proceso, potenciarlo, así como esa atención individualizada y continuada. 

También establecer entornos más seguros dentro de la propia organización, lo que, en general, supondría una mejora en la satisfacción de los profesionales.

 

Camino nuevo por poner en marcha por la Administración

Se trata del primer trabajo de investigación que se realiza para valorar de forma objetiva el trabajo de las matronas en los paritorios. 

Una apertura a nivel de intervención de las matronas que abre un campo por investigar a fin de determinar de forma más efectiva esas cargas de trabajo a lo largo de todo el año para dotar del personal adecuado a cada una de esas unidades. 

 

Imagen de Lorena Gómez junto con su equipo en la presentación de la tesis.